¿TODO HA SIDO UN SUEÑO?
Esta noche noto tu ausencia,
a solas miro por la ventana,
la noche esta apagada e iluminada
y empiezo a pensar en que rincón, en lugar estarás.
Cierro los ojos, mi imaginación me hace volar,
recorro cada calle, cada esquina, cada bar, cada antro
voy de coche en coche, de casa en casa, por si te siento cerca...
El verte en otras compañias,
me entristece y me hace verme como un incosciente
un inutil, por no luchar por ti, por no tenerte.
Abro los ojos, colmados de lagrimas,el experimento no ha funcionado
sigo sin saber de ti, sigo sin poder estar a tu lado.
Otra noche madrugando más de la cuenta, las horas pasan rapidas y voraces...
Evitas dormir, para no soñar, para no tener pesadillas.
Te quedas en blanco mirando la oscuridad de la habitación,
y reflejo del lienzo de tu corazón,
buscando tapar ese frío que te recorre el cuerpo,
con la manta de la serenidad.
Pero poco a poco tus párpados pierden la batalla al sueño, y se rinden.
Derrepente escuchas el mejor despertador, que podías escuchar,
¡Llaman a la puerta!
De un salto, huyes de la butaca y abres la puerta y allí está.
Tacones altos, vestido negro largo, y maquillada
con lagrimas de rimel que recorren su linda cara.
Durante un instante, una pared invisible de dudas nos separa
miradas encontradas, por primera vez nada es furtivo
y sin decir nada, sólo sintiendo todo, todo lo que guardabamos
nos abrazamos, la cojo entre mis brazos por fin.
Las luces apagadas del rellano, son los testigos ciegos del primer beso
el más deseado, en ese momento exacto, todo se para, el mundo se toma un respiro,
pasión y dulzura, sal y azúcar, querer y al fin, dos latires del mismo compas se unieron,
provocando una onda expansiva: risas tontas, lagrimas y escalofrios,
las piezas de la felicidad más absoluta.
Entonces la agarro de la mano, no la quiero soltar jamás
y cruza el umbral de mi casa y de mi alma.
Cierro la puerta con mi talón, sin dejar de mirarla un sólo segundo
sin perderme nada del instante más feliz de mi vida,
aún si palabra alguna, la vuelvo a besar, apartando su pelo
le vas a decir las dos palabras mágicas: TE...
Así, el sol de la mañana, cruel enemigo, te despierta.
Te quedaste dormido en el sofá. Y allí yaces aturdido, desilusionado...
¡No puede ser!¡Estaba tan cerca!
¿Todo ha sido un sueño?...
a solas miro por la ventana,
la noche esta apagada e iluminada
y empiezo a pensar en que rincón, en lugar estarás.
Cierro los ojos, mi imaginación me hace volar,
recorro cada calle, cada esquina, cada bar, cada antro
voy de coche en coche, de casa en casa, por si te siento cerca...
El verte en otras compañias,
me entristece y me hace verme como un incosciente
un inutil, por no luchar por ti, por no tenerte.
Abro los ojos, colmados de lagrimas,el experimento no ha funcionado
sigo sin saber de ti, sigo sin poder estar a tu lado.
Otra noche madrugando más de la cuenta, las horas pasan rapidas y voraces...
Evitas dormir, para no soñar, para no tener pesadillas.
Te quedas en blanco mirando la oscuridad de la habitación,
y reflejo del lienzo de tu corazón,
buscando tapar ese frío que te recorre el cuerpo,
con la manta de la serenidad.
Pero poco a poco tus párpados pierden la batalla al sueño, y se rinden.
Derrepente escuchas el mejor despertador, que podías escuchar,
¡Llaman a la puerta!
De un salto, huyes de la butaca y abres la puerta y allí está.
Tacones altos, vestido negro largo, y maquillada
con lagrimas de rimel que recorren su linda cara.
Durante un instante, una pared invisible de dudas nos separa
miradas encontradas, por primera vez nada es furtivo
y sin decir nada, sólo sintiendo todo, todo lo que guardabamos
nos abrazamos, la cojo entre mis brazos por fin.
Las luces apagadas del rellano, son los testigos ciegos del primer beso
el más deseado, en ese momento exacto, todo se para, el mundo se toma un respiro,
pasión y dulzura, sal y azúcar, querer y al fin, dos latires del mismo compas se unieron,
provocando una onda expansiva: risas tontas, lagrimas y escalofrios,
las piezas de la felicidad más absoluta.
Entonces la agarro de la mano, no la quiero soltar jamás
y cruza el umbral de mi casa y de mi alma.
Cierro la puerta con mi talón, sin dejar de mirarla un sólo segundo
sin perderme nada del instante más feliz de mi vida,
aún si palabra alguna, la vuelvo a besar, apartando su pelo
le vas a decir las dos palabras mágicas: TE...
Así, el sol de la mañana, cruel enemigo, te despierta.
Te quedaste dormido en el sofá. Y allí yaces aturdido, desilusionado...
¡No puede ser!¡Estaba tan cerca!
¿Todo ha sido un sueño?...