Aquel banco escondido en la sombra,
arropado por los arboles que le rodean,
aparece erguido y arrogante, como vestido de camuflaje,
rodeado de hojas secas, una por cada vida que has compartido,
narrador de infinitas historias, si puedieras hablar...
Mudo testigo de nuestros encuentros a fugitivas horas,
lejos de curiosas miradas, lejos de furtivas palabras,
donde poder ser nosotros mismos sin vendajes.
Recogias nuestros cuerpos abrazados hasta ver el alba,
girabas la cabeza con nuestros besos desnudos despidiendo la tarde,
nos mecias al calor de nuestras caricias como en una balsa.
Nos acosejabas, susurrandonos al oido, tras alguna pelea absurda,
y consolabas nuestras lagrimas al reconciliarnos.
Eras el iman que atraia nuestras mentes a juntarnos cada dia, en el mismo instante,
nos dabas el ultimo empujoncito necesario, para tener el valor de separarnos hasta mañana.
Has sido nuestro fiel escudero en las batallas y en las conquistas de nuestro amor.
Y hoy tambien has dado fe en nuestro adios,
y has llorado a lagrima viva, al ver como todo se acabo.
Nuestras almas, que una vez fueron una misma sentadas en tu regazo,
hoy se separaron, y tus huesos de madera se rompian en mil astillas,
presenciando como nos alejabamos en distintas direcciones,
hasta perdernos alla en la lejania,
mientras tu, como nuestro amor, morias hecho jirones.
arropado por los arboles que le rodean,
aparece erguido y arrogante, como vestido de camuflaje,
rodeado de hojas secas, una por cada vida que has compartido,
narrador de infinitas historias, si puedieras hablar...
Mudo testigo de nuestros encuentros a fugitivas horas,
lejos de curiosas miradas, lejos de furtivas palabras,
donde poder ser nosotros mismos sin vendajes.
Recogias nuestros cuerpos abrazados hasta ver el alba,
girabas la cabeza con nuestros besos desnudos despidiendo la tarde,
nos mecias al calor de nuestras caricias como en una balsa.
Nos acosejabas, susurrandonos al oido, tras alguna pelea absurda,
y consolabas nuestras lagrimas al reconciliarnos.
Eras el iman que atraia nuestras mentes a juntarnos cada dia, en el mismo instante,
nos dabas el ultimo empujoncito necesario, para tener el valor de separarnos hasta mañana.
Has sido nuestro fiel escudero en las batallas y en las conquistas de nuestro amor.
Y hoy tambien has dado fe en nuestro adios,
y has llorado a lagrima viva, al ver como todo se acabo.
Nuestras almas, que una vez fueron una misma sentadas en tu regazo,
hoy se separaron, y tus huesos de madera se rompian en mil astillas,
presenciando como nos alejabamos en distintas direcciones,
hasta perdernos alla en la lejania,
mientras tu, como nuestro amor, morias hecho jirones.
11 Comments:
Muy bueno como siempre un placer leerlo
saludos y besitos
Hay tantas calles, lugares, bancos , arboles o personas, testigos mudos y callados de tanta vida...de tanta muerte.
Que belleza.
Un abrazo muy fuerte, me alegra pasar por aqui.
Magistral. Un relato magistral.
Mi aplauso. Realmente he disfrutado de principio a fin.
Me ha encantado.
Un saludo.
Una delicia tus letras...
La imagen es preciosa..
Siempre buenos tus textos.
Besos.
El mudo testigo de un amor que, como hojas de otoño, se marchitó.
Precioso.
Un abrazo
"Nuestras almas, que una vez fueron una misma sentadas en tu regazo,
hoy se separaron, y tus huesos de madera se rompian en mil astillas"
Una imagen así despierta una sonrisa nostálgica en mí. Cuando los lugares, rincones y objetos adquieren un valor que roza lo mítico la palabra se ocupa de hacer el resto, dando esa carga sentimental. Tu deseo era alcanzar ese matiz y lo has conseguido. Me emocionó no obstante porque todos hemos tenido un rincón como este.
Gracias porque mis ojos cuando te leen hacen chiribitas
Un abrazo
This comment has been removed by the author.
Magnífica imagen: Una hoja por cada vida compartida.
Saludos
todos tenemos un banco en el jardín de nuestros días tiernos, nuestras tardes blancas, nuestras noches de veranos eternos...
gracias por estas palabras llenas de ternura y anhelo... gracias
Pasaba para agradecer tu visita y decirte que te espero siempre.
Un abrazo desde la otoñal Buenos Aires.
MentesSueltas
"Mudo testigo de nuestros encuentros..."
Siempre hay una frase que se me clava entre alma y huesos...y tu sitio me va gustando cada vez más.
Bikos.
Post a Comment
<< Home