Monday, March 05, 2007

LA TEMIDA DESPEDIDA
Cada grano de arena que cae en el reloj, golpea mis oidos sordos,
que no quieren oir los pasos de ese futuro gris que nos acecha.
Pido a Dios que detenga el tiempo en aquel suspiro,
aquel segundo en que te regale mi sentir.
El devenir anunciado se cumple como una cruel profecia,
arañando las lagrimas de la impotencia y la ausencia.
Quiero escapar y que vengas conmigo a ese lugar,
de donde no debimos regresar, donde las horas se desvanecen en la bruma.

Sabia desde un principio, que lo nuestro nacia con fecha de caducidad,
y prepare mi corazon vistiendolo con el chaleco a prueba de caidas,
solo pensaba disfrutar a tu lado y guardarme esos momentos en el recuerdo,
calentar la sangre de mis venas, soñar en la tierra y despues olvidarte.

Pero mis planes no salieron como yo queria:
te colaste por los poros de mi piel en cada caricia que me regalabas,
te metiste por mis pupilas en cada mirada que me dedicabas,
te adentraste en mi por cada sonrisa que me provocabas,
te quedabas en mi boca despues de cada beso que en mis labios plantabas,
te convertiste en el calor que me faltaba con cada abrazo que me rodeabas,
te hiciste el aire que inundaba mis pulmones en cada bocanada,
te acoplaste a cada latido que en mi pecho cabalgaba.
Estos ultimos dias, saltaste la muralla trazada en el cotorno de mi ser,
conquistando cada hueco vacio y abandonado que habia en mi vida,
devolviendome las llamas en mi estomago, las risas desbordadas,
los terremotos en el pensamiento, el brillo de mis ojos,
mostrandome la vieja senda de la pasion.

Y ahora que las ultimos momentos juntos se acercan,
el miedo ha salido a pasear desde mi cabeza,
blandiendo la espada de la distancia, del final,
arrasando con cada resquicio de felicidad que colmaba mis sentidos.
Por favor, no cojas ese vuelo, llega tarde a la estacion, no llenes el deposito del coche,
haz lo que sea para que las perdices sigan siendo nuestro desayuno de cada mañana.

Mientras yo estoy perdida en la luna, el empieza a llorar, las maletas le queman en las manos,
y sin decir ni adios cierra la puerta derrumbando la casa donde nos habiamos refugiado,
yo lo veo marchar desde la ventana, ni lloro, soy incapaz, ni puedo correr tras el.
Una ultima mirada atras, a traves de los cristales, su ultima vision.
Se sube al taxi, y tras doblar la esquina, rompo en llanto.
Ahora toca secar en soledad cada una de las lagrimas que la ausencia derrama,
y en silencio echo las llaves y me escondo del recuerdo, que acecha en cada rincon.
Nadie podra borrar cada segundo que pasamos juntos,
aun asi no es suficiente, tenemos sed del otro.
Con el tiempo y muchas vendas, espero que esto habra merecido la pena.
Pero mientras tanto... seguire sola

2 Comments:

Blogger Trini Reina said...

Hay algo peor que una despedida y es: "la no despedida", eso si que es triste y además cruel...

Besos

4:12 AM  
Blogger Angeles said...

Muchas veces nos albergamos en la ilusión de "no involucrarnos tanto" pero las relaciones humanas siempre son así, nos calan hondo y el final siempre duele.

Besos.

1:14 PM  

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